20 de marzo de 2012

TEMA 10


DETERIORO COGNITIVO Y RIESGO DE CAÍDA EN EL ANCIANO



En el deterioro cognitivo leve y en la demencia, incluso en estadios precoces y en ausencia de signos neurológicos, el riesgo de caída está aumentado. La incidencia de caídas es dos o tres veces mayor en ancianos con demencia que en aquellos sin deterioro cognoscitivo.


En estos momentos la función de  la deambulación más que un acto motor automático se considera un acto motor complejo  que depende de la interacción coordinada de múltiples sistemas y en el que la función cognoscitiva jugaría un papel clave en su regulación, fundamentalmente en ancianos.

Clásicamente los trastornos de la marcha en pacientes con  demencia se han relacionado con las fases avanzadas de la enfermedad, sin embargo en los últimos años diversos estudios han demostrado que las alteraciones en el control cortical de la marcha y de ciertas deficiencias motoras eran uno de los signos precoces de enfermedad de Alzheimer y demencia no Alzheimer.


El estudio de un anciano con caídas debe evaluar diversos aspectos desde antecedentes de caídas, enfermedades, medicación, fuerza muscular, agudeza visual, hasta  realizar una adecuada revisión de calzado y pies. 

En los ancianos  con deterioro cognoscitivo y alteraciones sutiles de la marcha su detección puede ser difícil, utilizando para ello  pruebas duales que consisten en medir  el efecto de una carga cognitiva en la ejecución de la marcha, basado en las relaciones neuroanatómicas y funcionales que explican la asociación entre la marcha y la cognición; un ejemplo sencillo sería contar o hablar simultáneamente mientras se camina. 

Se ha comprobado como los ancianos que presentan una función ejecutiva más deteriorada, puesta de manifiesto con estas pruebas duales, tienen una mayor probabilidad de caerse. Por todo ello algunos autores  proponen asociar a la valoración tradicional de un anciano con caídas, las pruebas duales, sobretodo  asocia deterioro cognoscitivo.

Existe poca evidencia científica sobre la intervención en estos pacientes, recomendando la Vitamina D, ejercicio físico y entrenamiento en pruebas duales.



BIBLIOGRAFÍA: Casas Herrero A., Martinez Velilla N., Alonso Renero F.J. Deterioro cognitivo y riesgo de caída en el anciano. Rev Esp Geriatr Gerontol.2011; 46(6):311-318.

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