INMOVILIDAD EN EL ANCIANO: CAUSAS, CONSECUENCIAS Y TRATAMIENTO.
El síndrome de inmovilidad comprende la
reducción de la capacidad para desempeñar las actividades de la vida diaria por
deterioro de las funciones relacionadas con el sistema
neuro-músculo-esquelético, con la afectación particular de la movilidad como
función física imprescindible para la independencia del individuo.
Se estima que en personas mayores de 65
años el 18% tiene problemas para movilizarse sin ayuda y a partir de los 75
años más de la mitad tiene dificultades para salir de casa, estando un 20%
confinado a su domicilio.
Los sistemas más
afectados por la inmovilidad son el cardiovascular y el musculoesquelético. En
ellos y en el resto de sistemas se aprecian cambios que, a su vez, contribuyen
a perpetuar el síndrome.
- Sistema cardiovascular: los cambios fisiopatológicos se observan
al cabo de pocos días en el caso de los ancianos. Existe alteración del flujo sanguíneo, intolerancia al
ejercicio y riesgo de desarrollar complicaciones tromboembólicas.
- Sistema musculoesquelético: Se observa atrofia muscular de predominio en músculos
flexores y en EEII (extremidades inferiores), disminuye la masa ósea, aparecen
contracturas musculares y osificaciones heterotópicas de predominio en
zonas proximales articulares. Las
articulaciones más afectadas por la inmovilidad son el tobillo (desarrollo
de pie equino) y cadera (flexo).
La evaluación cuidadosa del paciente
inmóvil está dirigida a la identificación de las posibles causas, a determinar
el grado de discapacidad del paciente mediante instrumentos evaluativos y a la
planificación de objetivos terapéuticos. Una anamnesis y un examen físico adecuados
orientarán acerca de las causas y las consecuencias, con la ayuda de los
exámenes complementarios que se consideren en cada caso particular
Una vez valorada
la situación de inmovilidad del paciente se realizará un plan de actuaciones
que incluya: Tratamiento etiológico, plan de rehabilitación, ayudas técnicas para la
movilización (bastón, muletas, andador), modificaciones ambientales (eliminación
de barreras arquitectónicas) y prevención de las complicaciones asociadas
El síndrome de inmovilización, cuando se
establece, requiere de un trabajo de equipo para su tratamiento, donde resulta
muy importante la cooperación del paciente y sus familiares, así como la labor
de médicos, enfermeras y personal asistente.
BIBLIOGRAFÍA: Romero A.J, Álvarez M, Hernández L. Inmovilidad en el Anciano: causas, consecuencias y tratamiento. Rev. Asoc. Colomb. Gerontol. Geriatr. 2007; 21 (3): 1063- 1069. Disponible en: http://www.acgg.org.co/pdf/pdf_revista/2007/21-3.pdf#page=25
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