16 de marzo de 2012

TEMA 8



INMOVILIDAD EN EL ANCIANO: CAUSAS, CONSECUENCIAS Y TRATAMIENTO.


El síndrome de inmovilidad comprende la reducción de la capacidad para desempeñar las actividades de la vida diaria por deterioro de las funciones relacionadas con el sistema neuro-músculo-esquelético, con la afectación particular de la movilidad como función física imprescindible para la independencia del individuo.


Se estima que en personas mayores de 65 años el 18% tiene problemas para movilizarse sin ayuda y a partir de los 75 años más de la mitad tiene dificultades para salir de casa, estando un 20% confinado a su domicilio.

Los sistemas más afectados por la inmovilidad son el cardiovascular y el musculoesquelético. En ellos y en el resto de sistemas se aprecian cambios que, a su vez, contribuyen a perpetuar el síndrome.

  • Sistema cardiovascular: los cambios fisiopatológicos se observan al cabo de pocos días en el caso de los ancianos. Existe alteración del flujo sanguíneo, intolerancia al ejercicio y riesgo de desarrollar complicaciones tromboembólicas.
  • Sistema musculoesquelético: Se observa atrofia muscular de predominio en músculos flexores y en EEII (extremidades inferiores), disminuye la masa ósea, aparecen contracturas musculares y osificaciones heterotópicas de predominio en zonas proximales articulares. Las articulaciones más afectadas por la inmovilidad son el tobillo (desarrollo de pie equino) y cadera (flexo).


La evaluación cuidadosa del paciente inmóvil está dirigida a la identificación de las posibles causas, a determinar el grado de discapacidad del paciente mediante instrumentos evaluativos y a la planificación de objetivos terapéuticos. Una anamnesis y un examen físico adecuados orientarán acerca de las causas y las consecuencias, con la ayuda de los exámenes complementarios que se consideren en cada caso particular

Una vez valorada la situación de inmovilidad del paciente se realizará un plan de actuaciones que incluya: Tratamiento etiológico, plan de rehabilitación, ayudas técnicas para la movilización (bastón, muletas, andador), modificaciones ambientales (eliminación de barreras arquitectónicas) y prevención de las complicaciones asociadas

El síndrome de inmovilización, cuando se establece, requiere de un trabajo de equipo para su tratamiento, donde resulta muy importante la cooperación del paciente y sus familiares, así como la labor de médicos, enfermeras y personal asistente.



BIBLIOGRAFÍA: Romero A.J, Álvarez  M, Hernández L. Inmovilidad en el Anciano: causas, consecuencias y tratamiento. Rev. Asoc. Colomb. Gerontol. Geriatr. 2007; 21 (3): 1063- 1069. Disponible en: http://www.acgg.org.co/pdf/pdf_revista/2007/21-3.pdf#page=25


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