23 de abril de 2012

SEMINARIO


ENFERMERÍA EN CUIDADOS PALIATIVOS: HOSPITALIZACIÓN
DURANTE LOS ÚLTIMOS DÍAS DE VIDA.



Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Cuidados Paliativos se definen como
el cuidado activo total de los enfermos cuya enfermedad no responde al tratamiento curativo

Los cuidados paliativos procuran conseguir que los pacientes dispongan de los días que les resten conscientes y libres de dolor, con los síntomas bajo control, de tal modo que los últimos días puedan discurrir con dignidad, en su casa o en un lugar lo más parecido posible, rodeados de la gente que les quiere
Los cuidados paliativos ni aceleran ni detienen el proceso de morir.

La agonía es la fase más dura y delicada de todo el proceso de la enfermedad terminal, pues significa que está muy próxima la muerte, ese acontecimiento inevitable a todos los seres humanos. Se llega a ella tras un deterioro muy importante del estado general y una disminución del nivel de conciencia de las funciones superiores intelectivas.


Si hay una cuestión inquietante que los familiares preguntan con insistencia es precisamente ésta: ¿Y cómo será el final? Los familiares desean saber los acontecimientos que pueden suceder y la forma en que los podrán hacer frente.

La enfermera es el miembro del equipo sanitario más próximo y en estrecho contacto con el individuo y su núcleo familiar; sobre todo, en fase de enfermedad, debe asumir también los cuidados que precisen en el final de la vida.
Los principales objetivos que debe tener la enfermera en su atención a pacientes en fase terminal son los siguientes:

· Proporcionar todos los cuidados consiguiendo la mayor de calidad de vida para él y sus allegados.
· Valorar las alteraciones en la calidad de vida provocadas por la enfermedad y su tratamiento, procurando el mayor equilibrio físico, psíquico y ambiental del enfermo.
· Aconsejar y educar a la familia y al paciente sobre la dieta, medicamentos, higiene, cambios posturales, ayudándoles a prevenir y sobrellevar los momentos de crisis.


El profesional debe ser competente, con calidad humana y sentido común, capacitado para la comunicación, capaz de ayudar al paciente a enfrentarse con su muerte. Debemos promover la humanización de la asistencia en los aspectos técnicos y relacionales para tratar al paciente como ser humano, realizando unos cuidados individualizados, ya que cada persona es única e irrepetible.


BIBLIOGRAFÍA: Tizón E, Vázquez R. Enfermería en cuidados paliativos: hospitalización durante los últimos días de vida. Enfermería Global. 2004; 5: 1-32. 

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